El Paraje del kilómetro 1

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La cervecería y bar de montaña “El Paraje”, ubicada en el kilómetro 1 de la ruta al Llao Llao, sumó su oferta al mundo cervecero local. Y tiene todo para jugar en primera: un lugar magnífico, con un deck muy amplio, vista panorámica, capacidad para más de medio centenar de comensales, buena gastronomía y variedad de cervezas. Por si esto era poco, tiene estacionamiento vehicular, un faltante en la mayoría de las cervecerías de Bariloche.

“Nuestra premisa es ponerle buena gastronomía a la cerveza”, afirmó Alberto Mazzei, titular del emprendimiento. Hace años que dirige el Rincón Patagónico y A Los Bifes y ahora apostó por la birra. “Ofrecemos diferentes cervezas artesanales y las vamos a acompañar con ricos platos y una nueva propuesta. El Paraje será un lugar de encuentro de barilochenses y turistas”, explicó.

La propuesta es contar en forma permanente con una veintena de diferentes variedades de cerveza elaborada en Patagonia. También ofrecen cervezas en botella, nacionales e importadas, carta de tragos y algunos vinos. Abrieron sirviendo cerveza Diuka, Klusters y Kunstmann: También la propia, elaborada en Colonia Suiza, en la planta de Diuka.

Como tapas, proponen elegir entre una buena variedad de quesos, fiambres y ahumados, en porciones de 100 gramos. Así, se puede acompañar una pinta con una tapa de queso de cabra, jabalí ahumado, berenjenas o pate de trucha. Cada porción incluye una canastita de pan artesanal, elaborado en el lugar. Otra opción tentadora es pedir una canasta de empanadas, en seis variedades diferentes.

En El Paraje no hay pizzas y Alberto reconoce que intentará no incluirlas en la carta. “Tenemos muy buenos sándwiches y hamburguesas, ricos platos regionales, creemos que no hace falta que también esté la pizza”, explicó.

Hay seis variedades de hamburguesas y lo más importante es que cumplen con el principio básico de su creación: se pueden comer con a mano, algo que en numerosas cervecerías pasó al olvido, ya que las hamburguesas son tan voluminosas que deben ser cortadas con cuchillo y tenedor. Exquisita la “Ari Delirio”, con queso panceta, cebolla y morrón cocido.

La carta incluye varios platos típicos de cocina patagónica: trucha con salsa de hongos, raviolones de cordero, ciervo a la cazadora, risotto on vegetales y hongos, goulash con spatzle y pastel mixto de carnes, cebolla, morrón, huevo, aceitunas y pimiento, recubiertos con puré papas gratinado al horno.

Abre de media mañana a la noche y para el almuerzo también hay una variedad de ensaladas y minutas. No falta la cafetería y ricos postres.

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