La Casita, con la gastronomía de Suiza

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El restaurante emplazado en Casita Suiza no solo es el más tradicional de Bariloche también mantiene los platos y la calidad gastronómica que lo caracterizó durante más de 50 años. Hace tres veranos es administrado por Lucas Comerci junto a su esposa Consuelo Alfaya y familia mediante un convenio con la familia Arduser, propietaria de la hostería donde se emplaza el restaurante.

El lugar luce ambientado en una aldea de montaña.

Casita Suiza abrió sus puertas en 1961 y desde entonces se caracterizó por sus especializarse en recetas europeas y productos patagónicos. La fondue, el goulash con spatzle, costeleta de cerdo con salchicha ahumada y chucrut, cazuela de ciervo, truchas y exquisitos postres forman parte de la carta estable que se complementa con platos patagónicos. “Mantuvimos la clásico pero agregamos propuestas con productos regionales y recetas de la moderna cocina gourmet”, explicó Lucas.

Y en ello radica el secreto de los restaurantes que tienen trayectoria. Hay platos que permiten recrear un encuentro inolvidable y propuestas nuevas, para volver a sorprenderse en una mesa. Así, por ejemplo, se puede volver a degustar aquella fondue compartida durante la luna de miel, hace cuarenta años, pero también probar el cordero patagónico, cocinado con cerveza artesanal, un producto muy actual en la gastronomía barilochense.

Los platos se destacan por su sabor y presentación.

En la actualidad el restaurante se denomina «La Casita» y en materia de entradas se destaca la sopa de cebolla gratinada con queso Gruyere, los crepe de morrones asados, hongos, rúcula y salsa de queso ahumado o las tablas de fiambres y ahumados, que bien puede acompañarse con una pinta de cerveza artesanal.

La fondue es el plato ideal para compartir. Se puede pedir de carne o de queso, con variedad de ingredientes o de salsas. La primera se acompaña con 8 variedades de productos que se pinchan y sumergen en los quesos derretidos, especiados y saborizados. La fondue chinose viene con cubos de carne de lomo, que se cocina en caldo, y se acompaña con papas rosti y verduras. Ambas fondue pueden ser preparadas para celíacos.

Lucas dirige la cocina de La Casita

Otra de las especialidades de la casa son las truchas, que se preparan de diferentes maneras. También se puede pedir un salmón grillado o un lenguado con gratén de cerveza artesanal acompañado por risotto de quinoa, yamani y remolacha.

El menú incluye carnes de cordero, cerdo y ternera a la parrilla, lomo grillado con salsa de cebollitas caramelizadas y papas rosti y variedad de pastas caseras. Para los niños se puede pedir un plato del menú infantil.

El cordero patagónico se cocina con cerveza artesanal.

A la hora de los postres se impone el strudel tibio de manzanas, un mousse de frutos rojos y la fondue de chocolate. Otra opción es la panna cotta de narajna con sopa especiada de chocolate amargo, helados artesanales y crepe con crema de limón y frutos rojos.

Lucas administra el lugar desde mediados del 2015, con un público que alterna turistas y residentes que eligen su gastronomía. Destacó la afluencia de residentes, muchos de ellos clientes hace muchos años. Antes de trabajar en Bariloche Lucas viajó durante 10 años por el mundo, cocinando en Europa, Nueva Zelandia e Indonesia.

Los postres, imperdibles y deliciosos.

Flamante padre, asegura estar feliz en Bariloche, una ciudad que sabe valorar la buena gastronomía. Califica la reciente temporada estival como aceptable y confía que el restaurante emplazado en Quaglia 342 siga siendo un clásico en Bariloche.

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