Blest ya está en el barrio cervecero

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La cervecería artesanal más antigua de Bariloche volvió a abrir un restaurante y pub propio en el centro de la ciudad. Lo hizo sobre la calle Neumeyer, en pleno corazón del circuito cervecero. Forma parte del Club Cervecero Blest y es dirigido por Maru Lapenna y Matías Avalle, quienes también administran la cervecería de Bustillo, en el barrio Melipal.

“Estoy muy feliz ya que iniciamos la obra hace un año y medio y hoy podemos sumarnos a la oferta cervecera del centro”, dijo Maru. Detalló que la carta es la misma que tienen en el kilómetro 4 pero que la propuesta del centro es un tanto diferente, ya que el lugar tiene dos plantas, que permiten mayor independencia.

Blest del Centro recibe diariamente a residentes y turistas.

El sector inferior propone el formato de “Tap Room”, con un ambiente mas informal y distendido, ideal para tomarse una cervecita al paso. El primer piso tiene un amplio restaurante con format de pub. En ambos salones se detacan las barras con choperas sujetas al techo, italianas, similares a la de Bustillo, con 16 canillas cada una. En el sector superior está también la cámara vidriada, con los barriles de cerveza.Las choperas italianas permiten llenar 16 pintas en forma simultanea,

Blest ofrece nueve variedades de cerveza y la sidra de manzana “Fruto Prohibido”. Lucen detalladas en una magnífica carta, con fotos y datos de elaboración, muy buen diseñada. La mejor carta cervecera de la ciudad. La birra se puede pedir en media pinta, chop, pinta y torre. La cerveza de frambuesa y la Slow Barley Wine también se sirven en vistosas copas, de 400 centímetros cúbicos.

En material gastronómica se puede elegir entre ocho hamburguesas, seis sandwiches, once pizzas, cuatro picadas y tres ensaladas. También hay una buena variedad de tapas, algo muy importante en toda cervecería. Recomendable la cazuela de chorizos de cerdo a la pomarola y la tortilla española.Numerosos colegas cerveceros concurrieron a la inauguración, entre ellos Sofía y Bruno de Berlina.

 

En material de principales se puede probar el “Chucrut Full”, un plato tradicional en Blest, que viene con un medallón de carne de cerdo, salchicha ahumada, chucrut a la cerveza negra, rotkol, pure de papas y manzanas con dip de mostaza de Dijon, cebolla caramelizada y papas alemanas. Un plato abundante, que se puede compartir. Otras opciones son la trucha grillada, entraña con papas rústicas y el goulasch con spatzle. También hay fajitas mexicanas, de ternera y pollo.

Numerosos barilochenses concurrieron a la inauguración: Carolina, Guillermo y amigos.

El local luce muy bien decorado, con fotos de los creadores de Blest, Julio Migoya, quien permanence en la empresa, y su ex socio, Nicolás Silim, cocinando birra en ollita de 20 litros.

Julio MIgoya, creador de Blest, junto a Ignacio Mochnacz y los equipos de los años ’90.

Blest sumó su segunda cervecería en la ciudad. Sin duda una apuesta fuerte, en un local de 200 metros cuadrados cubiertos, con una inversión muy importante. Una muestra más de la pujante oferta gastronómica que proponen las cervecerías.

 

 

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