Degustación “Lutinerante” en Patagonia Vinos

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El Club Patagonia Vinos de Bariloche no deja de sorprender a sus socios y aficionados con las periódicas actividades propuestas. El vino es el tema central y en torno a él se organizan las más diversas reuniones.

Su página web (http://clubpatagoniavinos.com.ar/) donde además se promocionan los cursos avalados por CAVE (Centro Argentino de Vinos y Espirituosas) alista cada vez mayor cantidad de catas y degustaciones y bodegas de diferentes puntos del país no pierden oportunidad de mostrar sus productos.

Uno de las últimas propuestas contó con la participación de Lutecia, una empresa bonaerense que representa y comercializa grandes marcas de vinos, bebidas y alimentos en Argentina y las Américas. La misma presentó en Bariloche los productos de cuatro bodegas.

La cita obviamente tuvo lugar en el primer piso de Patagonia Vinos, un salón ideal para reuniones y catas y recreó lo que la distribuidora bautizo como degustación “Lutinerante”, ya que estos encuentros se realizan a lo largo y ancho del país.

Se pudieron probar vinos de las bodegas Alta Vista, Augusto Pulenta, Flechas de Los Andes y Melipal. Lutecia fue representada por Sebastián Ravicule, del área comercial, Alta Vista por Zora Sandoval, de marketing y Flecha de los Andes por su enólogo, Gastón Sepúlveda. Anabella Alcuaz, anfitriona y diploma WSET (Wine & Spirit Education Trust), también acompañó la degustaciones con instructivos aportes.

La bodega sanjuanina, de la familia Pulenta, presentó sus varietales Valbona, en las variedades Malbec, Bonarda, Cabernet Sauvignon y Pinot Gris, todos con tapas a rosca. En particular gustó este último, con un agradable aroma a jazmines y frutos tropicales. Bien servido, a 9 grados (se recomienda entre 8 y 10) tiene un sabor suave y frutal. Ideal para comenzar una degustación y también para acompañar las comidas del mediodía.

También se pudieron probar los tintos reserva, que pasaron por roble, en las variedades Malbec, Bonarda y Cabernet Sauvignon. Precio en vinoteca 65 pesos.

Por su parte el vino ícono de la bodega, Augusto P, un blend que reposa 12 meses en barricas de roble, tiene un valor de 140 pesos. Es un vino de color rubí intenso, un blend de Malbec, Cabernet Sauvignon y Syrah, don uvas de la Finca Doña Filomena. Paso 12 meses por barricas de roble y es considerado el vino más logrado en la provincia de San Juan.

En Melipal también nos agradaron mucho los vinos de su línea Ikella, la más económica, con una buena propuesta calidad/precio. De su línea Melipal, la más vendida, se pudo probar el Malbec y Cabernet Sauvignon y también estuvo a disposición el Melipal Nazarenas Vineyard, en la variedad Malbec, con uvas plantadas en el año 1923. Sebastián Ravicule explicó que esta bodega solo envasa uvas cosechadas en viñedos propios.

Consultado sobre la comercialización de vinos en Argentina, explicó que bajó un poco el volumen de botellas vendidas, pero que aumentó la calidad en las ventas. “Se toma un poco menos pero más calidad”, afirmó. Asimismo, reconoció que la venta de vinos de gama media y alta al exterior logró un incremento, en particular por la devaluación registrada en el mes de febrero. En materia de cepas nuevas, dijo que el Cabernet Franc tuvo una evolución interesante a lo largo de los dos últimos años.

Gastón Sepúlveda, mendocino radicado en Vista Flores, en el Valle de Uco, trabaja como enólogo en la bodega Flechas del Plata desde el año 2009. Previamente viajó por el mundo y trabajo en Francia, donde aprendió su  idioma, algo muy útil cuando se trabaja con vinos.

La bodega, propiedad de los franceses Banjamin de Rothschild y Laurent Dassualt, tiene el asesoramiento de Michel Rolland y envasa cuatro etiquetas, tres de ellas con Malbec al 100 %. El 90 por ciento de su producción se exporta pero en la mayoría de las buenas vinotecas se pueden adquirir sus vinos.

El más tradicional es el Punta de Flechas, que pasa por roble, y del cual se envasan unas 100.000 botellas por año. Es un vino para tomar, no guardar.

Sí toleran reposo el Gran Malbec y el Gran Corte. El primero, con un costo de 280 pesos, se caracteriza por un color púrpura intenso, con destellos violáceos, aroma a frutos maduros y permite almacenarse hasta 7 años. El Gran Corte, de 420 pesos, que combina Malbec, Syrah y Cabernet Franc, tiene una guarda de 10 años. No obstante, no vale la pena guardar un vino tanto tiempo. Esto se constata al abrirlo, ya que es muy expresivo y digno de probar. Sus taninos son densos y fundidos, su color oscuro y profundo… un vino que invita a tomar.

Alta Vista, de la mano de Zora Sandoval, presentó sus nueve líneas de vinos, blancos, tintos y espumantes. En particular nos gustó la variedad Atemporal, un assemblage de Malbec, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot, “con uvas provenientes de nuestro Albaneve Vineyard en Valle de Uco”, explicó Zora. Agregó que el tinto fue criado en roble francés durante 12 meses, recuerda a frutos rojos, presenta detalles especiados, y se destaca por su buena estructura. El Petit Verdot, una cepa de color muy oscuro, no la envasan como varietal, solo en los blend.

Alta Vista, una bodega que recomendamos visitar cuando se está en Mendoza, y participar de su pic-nic gourmet, fue la pionera en desarrollar los vinos single vineyard, que promueven vinos con uvas de un solo terruño.

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