Entre Bosques, chacinados y buena cerveza

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“El emprendimiento Entre Bosques nació con la elaboración de chacinados y luego ahumados. La cerveza artesanal llegó más tarde, pensada para acompañar esos productos en nuestro almacén y bar”, explicó Marcelo Benedetti, quien dirige el pequeño emprendimiento ubicado en Lago Puelo  junto a su esposa Belén, su hijo Guido y su nuera Nadina. Todo se hace en familia, a pequeña escala, pero con excelente calidad, lo cual hace sus productos sean consumidos y recomendados por los lugareños.

Comenzaron con los chacinaos en 2011 y dos años más tardes elaboraron la primera cerveza, para consumo personal. En el verano 2015 abrió su local con degustaciones en la avenida Los Notros. Sus picadas con productos caseros fueron un gran éxito. Fiambres, quesos, pan y cerveza, todo elaborado por la familia Benedetti.

El pequeño patio cervecero tiene una amplia pizarra donde están detallados todos los productos que se ofrecen en porciones individuales y en las picadas: jamón crudo y cocido, salame de puro cerdo, bondiola, panceta, longaniza, sopresata, trucha ahumada, ciervo, queso ahumado y variedad de panes caseros.

Las picadas se pueden acompañar con papas fritas y también hay rabas o pollo frito, pero su idea no es ser un restaurante. Hay aguas y gaseosas y postres con frutas finas. La cerveza, una rubia tipo Ale y negra Porter, solo se ofrecen de chopera, en una pinta.

Marcelo y Guido tomaron cursos y se perfeccionaron elaborando cerveza casera. “cuando constatamos que las dos variedades salían bien nos animamos a abrir el local y ofrecerla al público”, señaló. Tienen ollas de 400 litros y la planta de elaboración tiene un moderno diseño.

Marcelo es hijo de italianos y desde pequeño se relacionó con la elaboración de salames y también vinos, que se hacían en familia. Vivian en Buenos Aires. “Si bien trabajé como ingeniero en el emprendimiento familiar, que también era para consumo propio, aprendí las reglas de limpieza y orden que demanda la elaboración de comestibles”, detalló.

En Lago Puelo también armaron un pequeño ahumadero, en frío y caliente, donde se ahúman sus carnes, quesos y pescados. Las mujeres se especializaron en panes caseros, con variedades y excelentes resultados.

“Vengo a la región hace 30 años, mi hermano vive acá y administra la estación de expendio de combustibles de Lago Puelo, por lo cual, después de innumerables visitas, nos instalamos junto a la estación de servicio”, explicó.

Es un emprendimiento familiar, de pequeña escala, realizado con recursos propios y mucho trabajo. Marcelo opina que así seguirá, pues no tienen interés en aumentar su escala. “Lo importante es mantener la calidad de nuestros productos, ese es el principal desafío”, dijo.

Reconoció que no es fácil conseguir todos los insumos. “Hay aspectos de logística que hay que aprender y costos mayores a los de Buenos Aires”, dijo. Por ejemplo, los cerdos que se crían en Lago Puelo se faenan en Bariloche, y se paga el flete ida y vuelta.

Venden sus productos en algunas fiambrerías de El Bolsón, Lago Puelo y Esquel, y principalmente los ofrecen en su almacén.

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