Exitosa Expo vinos Patagonia 2018

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Treinta bodegas de Neuquén, Río Negro y Chubut dieron a conocer sus etiquetas y novedades. Cocineros de la región llevaron sus recetas con productos patagónicos.

El sur se vino con todo. No sólo por el frío del jueves que llegó para quedarse, sino porque en la segunda edición de Expo Vinos de la Patagonia unas 30 bodegas de Neuquén, Río Negro y Chubut mostraron su producción, sus vinos destacados y las novedades. Y no sólo eso: en un sector de la elegante galería de La Abadía (ex monasterio de los benedictinos, ahora centro de arte) se armaron varias cocinas, donde los chefs  prepararon sus platos y charlaron con los concurrentes. Fue un encuentro muy esperado por enófilos y “gastrofans” porteños que gustan de conocer lo que el sur tiene para dar.

Numeroso publico concurrió a la expo para degustar los vinos elaborados en Patagonia.

Las bodegas estuvieron ordenadas por provincia. En el sector de Neuquén, se destacaron los vinos de Bodega Fin del Mundo,  con sus espumantes sabrosos Fincas del Limay, Malma y Patrittti que trajo felicidad a los amantes del Pinot con su Primogénito Sangre Azul. Este vino de alta gama, está producido con uvas seleccionadas de determinadas hileras de parcelas elegidas. Sorprende también el Lassia Blend, de Malbec, Merlot y Cabernet.

La provincia de Río Negro tuvo una interesante cantidad y diversidad de bodegas. Fueron 12 exponentes de las distintas regiones y formas de producción.

Enclave Sur,  por ejemplo, es un emprendimiento de vinos producidos en la zona de Luis Beltrán, unas 50 hectáreas a cargo de 5 productores. Tienen una línea joven y una línea seleccionada con un paso por barrica de 10 meses. Sorprende la tipicidad del Merlot.

Farid Tello Najul, de Viñedos San Sebastián.

Pasando hacia la zona del Alto Valle sorprendieron los vinos de Viñedos San Sebastián, bodega ubicada en la barda de Cervantes, a cargo de Farid Tello Najul que contó sobre el trabajo en la viña y cada una de sus etiquetas. Se destacó el Trousseau en sus distintas versiones, aunque el tinto sorprendió  por sus tonos de café y aromas a ciruela pasa. Excelente relación precio calidad. El podio de esta bodega lo ganó el Lechuza Reserva, un blend inmejorable de Malbec, Merlot, Cabernet Franc y Petit Verdot.

También de esta zona, Marcelo Miras, enólogo referente del sur, ofreció unos vinos increíbles de su propia bodega, todos con un muy buen precio y calidad. El Merlot de la línea joven y el reserva, resaltan por aroma, redondez y su potencial de guarda.

La Lechuza, de Cervantes, fue uno de los vinos destacados de la muestra.

Noemia, Humberto Canale, Agrestis, también del Alto Valle, ya clásicos conocidos entre los porteños, ofrecieron sus tradicionales cepas y dieron a conocer algunas sorpresas como el Semillon A Lisa de Noemia, Canale con los mejores exponentes de la línea Estate y Old Vineyard sobre todo el Riesling, un blanco delicioso y único y Agrestis con sus espumantes.

De esta región, llamó la atención Del Rio Elorza, baluarte de la zona de Fernández Oro, con vinos que han logrado que Tim Atkin los tenga entre sus favoritos. Su enólogo Agustín Lombroni, que viajó especialmente, nos contó sobre su nueva etiqueta Tácito, de reciente presentación. “Le pusimos Tácito porque es de una parcela especial, de la que solíamos vender la fruta y no elaborar vino. Pero vimos que en algunos años se destacaba y con Hans Vinding Diers, enólogo asesor propietario de bodega Noemia, decidimos vinificarla”, explicó ante Visión Gourmet. Dijo que cada año se elaborará con la cepa que mejor esté. Por eso hasta ahora tiene producción de Malbec y del Pinot Noir, éste último, de una exquisitez única, con una muy buena tipicidad. No en vano los Pinot Noir que elabora Hans lograron gran aceptación en todo el mundo.

Agustín Lombroni, presentó el vino Tácito, elaborado en Fernández Oro.

También se presentaron los vinos Wapisa de Viedma, de la Bodega Tapiz, caracterizados en su etiqueta con la cola de una ballena, que da señal de su perfil oceánico.

Ya en el sector de Chubut, donde nos recibieron todos sus productores con lo mejor de sus viñedos. Esta zona nueva en la producción de vinos, destaca por cepas poco tradicionales y también por producción de pocas botellas. Nant & Fall con su impecable Pinot Noir, fresco, sin paso por madera; Contra Corriente, emprendimento que produce Gewurztraminer y Chardonnay, estos últimos de Trevelin; Rincón de los Leones, de Paso del Sapo; y los de Familia de Bernardi que a pesar de estar al pie del Piltriquitrón en Bolsón, Río Negro, se sumaron al sector Chubut por similitudes en producción y paisaje.

Los vinos más sureños, de Chubut, también cautivaron a los porteños.

Puro sabor

En otro tramo frente al hermoso jardín de la Abadía, se instaló el sector cocina. Pablo Buzzo (restaurante Torino, San Martín de los Andes) y Ezequiel González (Saurus, San Patricio del Chañar) deslumbraron con chorizos de cordero, Alioli de Merken y chimichurri de peras.

Los chorizos de cordero fueron un gran éxito en la expo.

Mariana “La China” Müller (Cassis Restaurante, Bariloche) y Federico Dominguez Fontán (Llao Llao Hotel Resort, Bariloche) ofrecieron una ensalada de hojas verdes, flores y brotes, semillas, queso estacionado en escamas, dressing de flores de sauco y luego una original torta frita con hojas baby de Hidroponia y trucha perfumada del Nahuel Huapi.

Mariana Müller y Federico Domínguez Fontan no pararon de servir platos durante la reunión.

Desde Chubut llegaron también Gabriela Smit del restaurante Pirque, de El Hoyo y Pablo Soto del restaurante Ele Multiespacio, de Comodoro Rivadavia, quienes atraparon a los comensales con los langostinos grillados, picante de rosa Mosqueta, crema de algas y mini ensaladilla, tostón con manteca de la estepa chubutense y trucha ahumada del lago Musters. Para cerrar unas Busquets Pantumac tostadas con ajo y tomate fresco con morillas doradas en oliva.

Pablo Soto y Gabriela Smit, referentes de la cocina chubutense.

Los cocineros usaron hornos Kamado Argentina, sal marina chubutense Sal de Aquí y aceite de oliva extra virgen Olivos Patagónicos, proveniente de Las Grutas, Río Negro.

Andrea Albertano, Visión Gourmet, Buenos Aires.

 

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