Para festejar sus 20 años en Bariloche el restaurante El Patacón ofreció una magnífica velada con gastronomía criolla y bailes típicos de Argentina. “Un sentido homenaje a la patria y a todos los que hicieron posible que cumplamos 20 años”, dijo Mario Remiro, alma mater y fundador del restaurante barilochense.
El Patacón es administrado hace siete años por el hijo de Mario, Luciano, quien supo no solo mantener el prestigio del lugar y sino que jerarquizó su afamada cocina. El restaurante figura entre los preferidos de los turistas que visitan Bariloche y también por los residentes, que tienen una tarjeta especial como clientes.
A lo largo de la velada hubo momentos emotivos y festivos. Uno de ellos fue cuando ingresó la torta del aniversario, trasladada por los cocineros Marisol Huenelaf y Pablo Epulef, quienes llevan veinte años en el establecimiento. Mario Remiro agradeció el acompañamiento de los presentes y en especial a su personal, “con quienes trabajamos hace años y superamos numerosos contratiempos, originados siempre por hechos externos”.
El Patacón superó las crisis económicas que afectaron el país y también los fenómenos naturales, como la erupción del volcán Puyehue, la Gripe A y la falta de gas natural durante un mes entero, entre otros males.
En dialogo con VG Mario dijo que el restaurante mantuvo siempre una impronta familiar, lo cual permitió que sea visitado por las residentes y turistas. “También es un negocio familiar, que comparto con mi esposa Adriana y mi hijo Luciano”, explicó.
“En particular yo agradezco a la gente de Bariloche que me acompaña desde los inicios y también a todos los que trabajaron en El Patacón, que se brindaron para que el restaurante avance”, dijo. Entre ellos mencionó al arquitecto Ricardo Galíndez, autor del proyecto.
Por el lugar pasaron importantes empresarios y políticos de todo el mundo y hasta el gobierno de Estados Unidos contrató el restaurante para que durante la visita del presidente Bill Clinton a Bariloche, en 1997, la Casa Blanca invite al presidente argentino Carlos Menem a cenar.
El Patacón ya es una marca impuesta por los Remiro. Además del restaurante a fines del 2015 abrieron una fábrica de pasta en la ciudad. Y en el futuro puede haber nuevos emprendimientos.
En sintonía con Mario, Luciano sostuvo que en los últimos años el restaurante orientó su marketing al público local, lo cual repercutió en forma directa a que aumente la visita de turistas. En la carta se incluyó varios platos de gastronomía típica argentina, como el pacú, el atún rojo y la merluza negra, entre los pescados. Hay propuestas únicas, como son el tuétano asado, la provoleta Tehuelche (que además del queso tiene hongos de pino y morrones asados) y la carne de Kobe. También hay platos representativos de diferentes lugares de Argentina.
El joven empresario dijo que están trabajando en la maduración de carne, un proceso que se logra en restaurantes de alta cocina, y que la hace más tierna y le otorga un sabor particular. “Lo hacemos con bife de chorizo, ojo de bife y vacío vacuno y también algunos cortes de cordero”, explicó Luciano. Agregó que “en todos los casos son carnes sin hueso”.
El menú de la velada incluyó siete pasos con platos representativos de la comida criolla. El primero de ellos fue el locro salteño, servido en calabaza. Muy rico y abundante. En segundo término se ofreció la humita en chala, típico plato jujeño, ya en formato degustación, lo mismo que la carbonada, presentada en panes caseros de campo, con dos variedades de preparación.
Los tres platos fueron acompañados por los vinos Alambrado, de la bodega mendocina Zuccardi.
En la noche del cumpleaños el fogón resultó una vez más el lugar más fotografiado. Allí se doraron pacientemente dos corderos, dos costillares vacunos y otros tantos lechones, que fueron servidos en ese orden, acompañados por ensaladas y papas crocantes. Todo bajo la supervisión del maestro “Tyson”, Pablo Epulef y el staff estable de la cocina, cuyo chef es Rodrigo Acosta. Para acompañar estos manjares se pudo degustar el Malbec Roble, de Norton.
Durante la velada se pudo disfrutar de un magnífico espectáculo musical, con bailes folclóricos a cargo de David Franzgrote y Sissy Vorgic, miembros estables del Ballet Tolkeyen, y el Trío Sur, integrado por tres grandes: Chingolo Casalla en percusión, Juanjo Miraglia en guitarra y Rubén Hidalgo en bandoneón. Un show magnífico.
El postre también estuvo a tono con la velada y se sirvió en un plato, en formato degustación, aunque no tanto, que incluyó flan casero, budín de pan y vigilante (queso y dulce). También se pudo probar la exquisita torta y brindar con champan.
Pablo Epulef recordó que conoció a Marisol en El Patacón, donde ella es repostera, y además de compartir el lugar de trabajo formaron una sólida familia. “Nunca olvidaré los meses del invierno de 2011, cuando la ceniza nos impedía ver el lago y a veces hasta la ruta frente al restaurante y obviamente no venía ningún cliente. Pero El Patacón se reinventó y acá estamos, festejando 20 años”, señaló.
Desde aquel invierno el horario es continuo, desde las 12 del mediodía a las 23 de la noche, lo que permite al turista concurrir a almorzar o cenar a cualquier hora. Luciano incluyó en la carta varios platos exclusivos, que combinadas con la atención y la infraestructura lo convierten en restaurante líder en la zona. La cita es en la Avenida Bustillo, kilómetro siete.
