¿Qué hay en Kunstmann?

0

La nueva cervecería barilochense está emplazada en el kilómetro 7.900 de la avenida Bustillo, en Playa Bonita, en un amplio edificio, que tiene fábrica de cerveza a la vista, un museo cervecero y un confortable restaurante. También hay una boutique y una amplia barra, donde se despachan rubias, morenas y coloradas, espumantes todas.

El desembarco de la principal cerveza artesanal de Chile en Bariloche generó todo tipo de expectativas y una inversión millonaria, una de las más importantes en el rubro gastronómico de la ciudad. Abrió al público el 4 de julio y desde entonces, trabajó a sala llena.

El lugar se especializa en comidas alemanas, por lo cual abundan los platos con carne de cerdo, spatzles (pequeños ñoquis a base de harina, huevo, leche y agua), papas en diferentes formatos, chucrut y pollo. También hay pizzas, picadas y variedad de sándwiches. Obviamente hay postres dulces.

Muchos de los platos son idénticos a los que se sirven hace años en Valdivia y algunos otros tienen una impronta local, como la tabla con ahumados patagónicos y el bife de chorizo, si bien ambos ya forman parte del menú internacional.

En materia de picadas, hay tres variedades de tablas, para dos personas. Una tiene impronta alemana, otra criolla y la tercera, la más cara, los ahumados de la zona. Para destacar las empanaditas de queso, acompañadas de salsa alioli, que se sirven en porciones de 6 unidades, a un muy buen precio. Más contundente, casi como un plato principal, son las papas Bávaras, que son papas fritas caseras acompañadas de salchichas alemanas al perejil y longaniza, con salsa picante. Otra opción son las bolitas Torobayo, albóndigas de carne con un toque de ciruelas, horneadas y en salsa de queso acompañado por tostadas al Merkén (aliño picante preparado con ají seco ahumado y otros ingredientes).

Hay tres variedades de pizzas, en tamaño chico y grande y nueve variedades de sándwiches, esto último no muy común en los pub y restaurantes locales.

Los principales, son platos alemanes. Se puede degustar un lomo Kassler, que incluye dos medallones de cerdo ahumado de 200 gramos, acompañados de repollo colorado agridulce, puré rustico de papas y puré de manzana. Las chuletas de cerdo se sirven rellenas con queso crema y parmesano, salsa de cerveza y mostaza, acompañadas de spatzles al perejil.

La trucha a la almendra viene acompañada con puré picante y el salmón rosado se cocina al horno, acompañado por papas salteadas con cebolla morada y panceta más un toque de crema. También hay pechugas de pollo apanadas en cereales, con salsa de cerveza Anwandter y arándano, acompañadas por spatzles al perejil.

La carta no incluye vinos ni otras bebidas alcohólicas que no sean cerveza. Se sirve en cuatro envases: chopp, ½ pinta, pinta y jarra de 1.5 litros. Las variedades son Anwandter, Gran Torobayo, Torobayo, Torobajo sin filtrar, Lager sin filtrar y Bock. Si hay gaseosas, aguas saborizadas, jugos naturales y licuados.

En materia de postres hay tres clásicos: flan con dulce de leche y crema, copa helada, con dos bochas y salseadas con chocolate o frambuesa y el crocante de manzana, tibio con helado. También hay repostería alemana, como el strudel, variedad de tortas, kuchen de nuez, brownie y cheese cake con salsa de frutos rojos.

El lugar abre desde el mediodía hasta medianoche, de corrido, de lunes a lunes. Por ahora no acepta tarjetas… Si hay buen estacionamiento, en el amplio predio que incluye el complejo. Una consumición promedio, con dos pintas, un plato principal y postre por persona orilla los 260 pesos.

Compartir