Los nuevos vinos de la familia Arizu

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No es frecuente que una bodega presente en forma simultánea cinco nuevos productos, sobre todo si son de alta gama. No obstante, en 2010 la bodega Luigi Bosca, de la familia Arizu, lanzó al mercado cinco vinos que se agregan a su variada línea de tintos y blancos.

La presentación principal se llevó a cabo en el Hotel Alvear de Buenos Aires y para la Patagonia se eligió el restaurante Tinto Bistró de Bariloche. Invitados por la vinoteca Patagonia Vinos y la revista Aire, asistieron referentes gastronómicos y hoteleros de Villa La Angostura, San Martín de los Andes, Villa Regina y Bariloche, quienes pudieron disfrutar de los nuevos productos junto a la buena gastronomía del restaurante.

“No hay tiempos comerciales para un vino, el vino esta cuando tiene que estar. No es nuestra elección de que tengamos cinco etiquetas nuevas, son vinos que ya están para tomar, con muy buenos resultados” expresó Alberto Arizu (h), presente en la reunión. El empresario, quien presentó los vinos como propietario de la bodega, también encabeza las relaciones comerciales en la empresa, a nivel nacional e internacional, con más de 18 años en la producción y en los mercados.

Finca La Linda es una colección de vinos jóvenes, con varietales originales, elegantes y frescos. La nueva etiqueta, corte reservado, agregó a los 10 varietales los primeros dos blend. El primero es un blanco, chardonnay  80%, viognier 15 % y semillón 5%, un corte de partidas reservadas. Arizú explicó que al chardonnay, la cepa de aromas suaves, se le sumó la fuerte estructura del viognier, con sus matices de mango, durazno y vainilla y sus refinadas notas florales. El semillón completa sutilmente con su paso por madera, las características de este ejemplar. Alberto dijo que esta ultima variedad además de aportar notas particulares al vino, se da muy bien en la Patagonia.

El segundo vino de La Linda, un tinto, es el resultado del ensamblamiento de malbec y syrah, ambos en un 40% y merlot en un 20%. Cada una de estas partidas se reservó previamente en barricas de roble. Un vino con buen cuerpo, el malbec aporta con sus característicos taninos suaves y dulces, el syrah aporta una sutil acidez y el merlot termina de equilibrar al blend, aportando suavidad.

El Luigi Bosca “De Sangre” se llevo muchos elogios de los presentes. Es un vino considerablemente elegante, con taninos envolventes pero no invasivos. Compuesto en un 70% cabernet sauvignon, 15 % de merlot y syrah, con uvas seleccionadas de viñedos con más de 90 años de antigüedad. Según expresó Arizu, es uno de los iconos de la bodega, el proyecto más ambicioso, un blend vigoroso y robusto con un potencial de guarda de 15 años.

“De Sangre es un vino muy nuestro, imagen de la familia Arizu, es el proyecto más llamativo y nuestro principal desafío fue no utilizar en su elaboración el malbec. Predomina el cabernet sauvignon con un poco de merlot y sobresale el toque picante especial que le aporta el syrah. De Sangre, es muy elegante. Nuestro objetivo con este vino es, en primer lugar, recordar el paladar de los argentinos y luego recuperarlo. En épocas anteriores estábamos acostumbrados a vinos con más cuerpo. El argentino no debería escoger el malbec al azar cuando hay otras cepas que realmente se producen muy bien y dan como resultado buenos vinos. De Sangre es un ejemplo de ello. Hace treinta años los vinos que más gustaban tenían mayor peso en boca, eran más fuertes, para acompañar carnes muy magras”, explicó Alberto.

También se pudo degustar el Luigi Bosca Gala 4, un bivarietal con 95% de cabernet franc y 5% malbec, que fue servido por el sommelier Nicolás Noceti. De aroma intenso con notas de grosella madura. “Lo que hacemos en la bodega es interpretar tendencias y volcarlas en nuevas creaciones”, agregó Alberto. “Gala 4 es también un blend. No fue una elección utilizar esos porcentajes, simplemente se dio, porque había una franja de la variedad malbec dentro de la parcela de cabernet que se estaba por cosechar”, finalizó el propietario.

Cada variedad fue presentada en una mesa diferente, con asistencia de un sommelier o experto en vinos. El espumante, Prestige Rosé, 100% pinot noir, una variedad difícil de cultivar y costosa por su destacada amabilidad, mereció elogios. Un espumante muy aromático y fresco, con notas de frutos rojos, que como recomendó el sommelier asesor Cristian Tamborini, va muy bien para maridar con salmón en distintas elaboraciones, pastas acompañadas con salsas suaves y carnes poco magras. “El argentino está comenzando a tomar mucho espumante, bueno como aperitivo, para acompañar un postre o para un final de mesa, lo cual depara un buen futuro para estas elaboraciones”, explicó Arizu.

Los vinos se acompañaron con abundantes y variadas preparaciones. Conchiglioni rellenas con panceta, endibias rellenas con hongos, crosta de papa con crema de salmón, sopa de hongos, berenjenas apanadas, ceviche de pejerrey y camarón, jamón crudo con tomates secos y hojas verdes, roll de salmón con crema de papa y semillas, ceviche con cebolla y morrón rojo, pollo al curry en masa de hojaldre. En materia de dulces se sirvió mouse de maracuyá, cheesecake y torta húmeda de chocolate.

En diálogo con “Visión Gourmet” Alberto Arizu afirmó que el hecho de que “el vino haya sido elegido la bebida emblemática de nuestro país es algo esperado por los argentinos hace ya varios años. Somos el quinto productor a nivel mundial y nuestra capacidad de producción es de muy buena calidad. Muchos de nuestros vinos fueron premiados a nivel mundial y eso es un gran merito, demuestra que son excelentes. Por otro lado, el argentino toma vino desde casi 200 años, sin exagerar, desde la época de la colonización, el vino es parte de nuestra cultura y de nuestra tierra, de nuestros productores”.

También, resaltó que no se haya distinguido al malbec específicamente, sino a la bebida en sí, al vino sin distinción de cepas. Recordó que el paladar de los argentinos es muy exigente. “Las cepas suaves y dulces se eligen desde hace solo algunos años, es solo una cuestión de moda, pero no es el gusto original que sobresalió entre los argentinos”, opinó.

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