El whisky, la bebida premium

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La degustación tuvo lugar una tarde noche, en un magnífico salón, con vista al lago y las montañas nevadas. Cada participante tuvo frente a si cinco vasos, con whisky Chivas Regal. Martín Bruno, uno de los mejores sommelier de Argentina, brand ambassador de Pernod Ricard, describió las cualidades de cada bebida. A todos les quedó claro que el whisky es una gran bebida.

“Escocia es la cuna del whisky y Chivas Regal también fue creado allá, hace más de un siglo”, explicó Martín. Recordó la historia de la familia escocesa que acuñó la marca y también el desembarco del whisky en Nueva York, en 1909. La ley seca estadounidense frenó durante algunos años la importación, pero luego todo se normalizó. Hoy en día, el Chivas 12 años, se consume en más de 150 países, a lo largo y ancho del mundo.

Moises Lugo, Anabella Alcuaz y Alberto Mazzei estuvieron presentes

La charla de Bruno, amenizada con videos de la fábrica escocesa, fue justa y clara. Solo una adecuada introducción para lo que todos esperaban: degustar los cinco whisky. Chivas 12 años, Chivas Extra, Chivas 18 años, Chivas Ultis y Chivas 25 años permitieron descubrir sus características y diferencias.

Raúl Leo y sus amigos compartieron otra animada mesa.

El sommelier recordó que el whisky solo se aneja en barricas usadas, en la mayoría de los casos con jeres. En la planta de Chivas Regal, tienen alrededor de 6 millones de barricas de roble, donde reposa al menos tres años la noble bebida, elaborada con cereales, agua y levadura. La variedad más consumida, el añejado 12 años, se elaboró por primera vez en 1938.

Por su parte el whisky insignia, 25 años, se comercializa hace una década y el Ultis llegó a Argentina hace pocos meses. Todos ellos se pueden adquirir en las vinotecas locales y también en Marcas al Sur, la distribuidora de bebidas que dirige Patricio Cohort, quien organizó junto al hotel Alma del Lago la degustación.

Los chocolates VanWynsberghe acompañaron el Chivas Regal.

Cada variedad de whisky fue acompañada por un chocolate Van Wynsberghe, elaborado con una tradicional receta belga. Su creadora, María Eugenia Locreille, explicó que los chocolates son de formato boutique, se comercializan en lugares selectos, entre ellos el hotel Llao Llao de Bariloche. Chocolates por cierto deliciosos, que maridaron muy bien con el whisky.

La bebida escocesa, a diferencia del vino, no evoluciona en la botella. Es más, solo puede estropearse si no está bien guardada. Por ello, no hay que hacer esperar al whisky, es una bebida para ser tomada. Y eso hicieron los presentes, un público 95 % masculino, que no dudó tomar y llevar algunas botellas para la casa.

 

 

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