Habanos y puros, puerta adentro, Vuelta Abajo.

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El consumo nacional ha decrecido en los últimos diez años, sin embargo hay quienes se dan el gusto de buscarlos, elegirlos y adentrarse a un mundo donde la pastilla del disfrute se traduce en encontrar “el momento”.

Las historia de los habanos se mantiene en la línea del tiempo hace mas de 500 años, a la industria se sumo el consumo de puros, puritos y variedad de tabacos sueltos para armar cigarros. Actualmente, se están convirtiendo en uno de los campos más atractivos de la sommelería.

Así como las vinotecas se destacan por el cuidado especial que tienen sobre los vinos, las tabaquerías son los jardines mas recomendados para la compra de habanos y puros en correctas condiciones para el consumo.

Vuelta Abajo es la tabaquería que, en Bariloche, expone variedades nacionales e importadas de forma exclusiva, ubicada en Quaglia 242, en el local 6 de la galería Vía Fireze. Allí, Sebastián Ritzer y Virginia Hachmann asesoran a sus clientes desde hace 7 años. Él cuenta con la experiencia que sumo durante 17 años trabajando en la venta y distribución de tabacos en otros lugares del país y ella lo acompaña como su esposa y propietaria del emprendimiento.

Además de habanos, productos elaborados en Cuba y con denominación de origen protegida, también se exhiben variedad de puros, puritos y tabacos sueltos provenientes de varios países, entre ellos República Dominicana y Panamá. Los puros dulces y saborizados son europeos y norteamericanos.

“La compra esta en el gusto del consumidor y cuando es principiante la recomendación es que empiece por degustar productos suaves”, explicó Sebastián. “Los saborizados no son mi principal oferta, pero elegirlos también es cuestión de gustos. Así como se aprende a comer y tomar bien, se aprende a fumar bien”, agregó Sebastián.

Hay muchas marcas y líneas disponibles, suaves, medios y fuertes, dulces y sin sabor. Los clubes para fumadores quedaron “out” de los proyectos, debido a la ley nacional que prohíbe fumar en espacios públicos, las degustaciones son muy ocasionales y cuando se organizan se llevan a cabo puertas adentro, en espacios privados.

En varios restaurantes y hoteles de Bariloche la propuesta se había mantenido como un servicio extra, siendo los turistas los principales consumidores, en especial brasileros y norteamericanos. La ley obligó a retirar los exhibidores, aun así los aficionados nunca dejaron de buscar el momento adecuado para encender uno y degustarlo largo rato en sectores privados.

“Los habanos y puros mantienen las reglas que rompieron los cigarrillos comunes, el momento para consumirlos debe ser especial, no es un descanso de cinco minutos”, explico Sebastián. “Los cigarrillos comunes y los puros comparten la misma materia prima pero estos últimos se utilizan de una forma diferente y demandan otra actitud por parte del consumidor”, agregó el experto.

No sacan el sueño ni el hambre, hay otra propuesta de su parte, un ritual que concentra deseo y tiempo. No sería fácil para un argentino fumarse cuatro puros en un día.

Los productos que están en buenas condiciones cumplen algunos requisitos básicos, suavidad, esponjosidad, con aromas agradables y color lustroso en la hoja. Es muy importante guardarlos en lugares húmedos, muchos prefieren comprar una caja de madera sin barniz interior para producir humedad permanente, colocando en su interior una esponja con agua. También se pueden guardar en cavas, sótanos y lavaderos, lejos de las altas temperaturas y olores fuertes.

La humedad ambiente es muy importante, entre un 60 y 80%. Bariloche tiene poca humedad ambiente, por lo que hay que saber cuidarlos. Bien cuidados pueden durar hasta 30 años.

Fumar cigarros de tabaco “armados” es muy común en Europa, otra tendencia que está creciendo en todo el mundo.

Los puros saborizados tienen otro proceso. Puritos y cigarritos dulces se elaboran con tabaco homogeneizado. Los puros armados con hojas son diferentes. Los dulces son artificiales, una alternativa norteamericana y europea para no ingresar productos cubanos, “cuestión política”.

Sebastián prefiere los sin sabor, aun así reitera que no todos los paladares son iguales y que cada consumidor debe emprender su búsqueda.

Así mismo, en pleno centro, Vuelta Abajo expone en su vidriera accesorios y pipas. Las pipas árabes están siendo un éxito. Para los israelitas y árabes es tan usual, como para los argentinos tomar mate. Son experiencias diferentes, se preparan con tabacos especiales, son comunitarias y el olor que emana es similar al de las frutas cocidas. Hay pipas árabes de hasta un metro y medio, donde pueden fumar hasta 8 personas. En Vuelta Abajo, Ritzer recomienda empezar con una chica o mediana, los valores rondan los 300 pesos.

Además, se pueden obtener guillotinas o cortantes, pipas con tapa, de vidrio, de madera, no se vende marihuana solo accesorios para su consumo, picadores, sopletes, etc.

Disfrutar de un buen habano (cigarro puro) requiere de un ambiente tranquilo y agradable para disfrutar de su aroma de forma adecuada. Elegir un puro excelente, la forma de cortarlo, de encenderlo, de fumarlo, de saborearlo, etc. son claves para poder disfrutar del habano. Fumar un buen puro debe ser un placer para los sentidos.

Los habanos, puros, puritos y tabacos se pueden acompañar con whisky, jerez, ron, vino tinto, champagne, etc, a gusto del consumidor bien asesorado.

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