Los sabores de la solidaridad

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En el marco del exitoso evento chubutense “Madryn al Plato”, el trabajo solidario se hizo nuevamente presente. Más de treinta cocineros se reunieron frente al mar, en horas tempranas del domingo 10 de julio, para comenzar con la primera etapa de lo que más tarde se transformaría en un multitudinario patio de comidas rústicas que tendría como objetivo recaudar dinero para la compra de un respirador artificial para el área de pediatría del hospital Andrés Isola.

Los fuegos comenzaron a arder pasadas las 7:30, frente al muelle Luis Piedra Buena y un formidable e inspirador amanecer marino. Su organizador, Gustavo Rapretti comandó cada uno de los puestos en colaboración con los cocineros convocados para el gran evento, sobre todo patagónicos. Hay que reconocer que a estos no les molesta en absoluto mancharse las manos con carbón. Con gran alegría divisamos junto a los fuegos, acercando contundentes brazadas de leños, a nuestro amigo Federico Domínguez Fontan, chef ejecutivo del hotel Llao Llao, quien participa del festival chubutense desde hace varios años y a la par de su coordinador.

El patio de corderos fue espectacular. De cara al mar se asaron lentamente unos 40 pascuales a la estaca, embebidos en salmuera. Junto a sus brasas, no faltaron calabazas, cebollas y papas para acompañar posteriormente las porciones. A simple vista, todo delicioso.

Casi listos los corderos y los vegetales, transcurridas unas cuatro horas de cocción,  se prepararon y calentaron los discos gigantes para saltear en su plancha, con aceite de oliva y ajo, unos 400 kilos de langostinos frescos. Luego tocó el turno de las navajas de mar, un molusco muy rico y tierno que en las costas sureñas alcanza unos 13 centímetros de largo.

Los comensales se acomodaron en semicírculo alrededor de lo que indudablemente fue un gran espectáculo y luego formaron largas colas para adquirir las tentadoras porciones. Se ofrecieron cortes de cordero, sándwiches y abundantes bandejas de langostinos o navajas a precios que fueron entre los 100 y 150 pesos. Algunos optaron por llevárselas a su hogar y otros, disfrutaron las preparaciones frente al mar. A pesar de no repartirse cubiertos, la mayoría optó por la segunda opción.

“Muchísima gente está colaborando, no importa si mucho o poco, entre las brasas o comprando una porción, todo suma para cumplir con el objetivo de este evento solidario. Estoy muy agradecido”, sostuvo Rapretti, el técnico químico que abandono su profesión para dedicarse a la gastronomía. Hoy administra “En mi fuegos”, su propio restaurante emplazado en Puerto Madryn y colabora con la mayoría de los eventos gastronómicos que se organizan en la provincia de Chubut.

“Hace unos cuatro años mi viejo sufrió un accidente que por poco le cuesta la vida y no había en ningún hospital de la ciudad un respirador traqueal. Esta situación movilizó todo mi pensamiento y por supuesto ni lo pensé, sumé inmediatamente una actividad solidaria a Madryn al Plato. Tuvo tanto éxito que lo repetimos todos los años y agradecidamente contamos con la ayuda de los empresarios locales, los productores y la provincia”, repasó el chef.

Para los diez años del evento, edición que se festejará en 2017, Rapretti aseguró que aún no hay definiciones. “Sé que todos tienen ganas de saber qué estamos planeando para el 2017 pero les puedo asegurar que aún no hay nada definido. Este es el primer año que disfruto de cada una de las etapas del evento. Lo que sí aseguro es que lo planificaremos en grande”, concluyó.

El evento fue acompañado por la música del grupo Los Chefferson, banda dedicada a componer música con temática de cocina. Finalmente, todo se reorganizó para que el programa Cocineros Argentinos transmitiera en vivo y en directo el almuerzo solidario con el fin de que la audiencia federal de este programa de la TV Pública pueda conocer y disfrutar del gran espectáculo que es Madryn al Plato.

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