Maros, nueva cerveza artesanal

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La planta cervecera de Marcelo y Martín Aranda es un excelente ejemplo de la cuarta generación de cervecerías artesanales en Bariloche. Se emplazó en el domicilio particular de la familia, a muy pequeña escala, pero reúne todo lo necesario para estar habilitada y constituir un microemprendimiento.

Tienen un equipo de cocción con olla de 300 litros, varios fermentadores del mismo tamaño, cámara frigorífica y mucha tecnología. Así, hay un montacargas entre la planta baja y el primer piso, una lavadora automática de barriles construida por ellos mismos, depósito de maltas y sala de molienda, vestuario y baño. Todo lo necesario para ser una mini planta fabril. Comenzaron como cerveceros caseros, con olla de 20 litros, a prueba y error. Cuando la birra comenzó a salir correcta y fue aprobada por sus amigos decidieron instalar la planta artesanal. “Nos demandó inversión pero sobre todo trabajo, pues todo lo construimos con nuestras manos”, explicaron los hermanos, entre quienes hay 22 años de diferencia.

Marcelo con la lavadora de barriles.

La marca surgió de una abreviación de sus nombres (Martín Oscar y Marcelo Oscar) y ser dos. Cocinan Pale Ale, Scotch Ale, IPA, Stout, Porter, Frambuesa y Honey, solo en barriles. Su mayor punto de venta es la cervecería Dagda, con 5 canillas.

Iniciaron los trámites para obtener la habilitación nacional y eventualmente poder enviar algún barril a otras ciudades. No obstante, son conscientes de que su producción es muy limitada por el momento. “La prioridad es que la birra sea muy buena y la gente de Bariloche la apruebe. Luego, habrá tiempo para otras cosas”, explicó Marcelo.

Para ello, estudian y concurren a los cursos que periódicamente se dictan en Bariloche. Con Martín Boan, Diego Libkind, Cris White, Boris de Mesones y otros. “En materia de capacitación Bariloche tiene muy buenas propuestas, sin dudas en la ciudad con gran proyección en cerveza artesanal. Y no sentimos parte”, afirmaron.

Martín en la cámara de frío.

Forman parte de la cuarta generación de cerveceros, que pisa fuerte y comienza a cocinar con una planta fabril modelo. Similar a Berna y a menor escala que Chekia y Van Titter, otras tres cervezas que comenzaron hace muy poco.

Bachmann, Berlina y La Cruz iniciaron la tercera generación de cerveceros, Blest es la segunda y Esteban Zufiaur y Juan Antonio Leberle son los pioneros.

 

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