Quilmes cosechó su lúpulo en El Bolsón

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La Cervecería y Maltería Quilmes, con más de 125 años en Argentina, organizó un fan tour de prensa hacia El Bolsón para asistir a la cosecha del lúpulo, el ingrediente referente de la cerveza. Los asistentes participaron en un almuerzo en medio del lupular y disfrutaron de una jornada idílica, en medio de la naturaleza.

Confirmando una vez más ser la principal cervecería Argentina Quilmes desplegó una logística y marketing impecable. El grupo llegó desde Buenos Aires y disfrutó una jornada en El Bolsón y otra en Bariloche.

Las plantas de lúpulo se cosecharon a mano.

El principal motivo fue mostrar cómo crece y se cosecha el lúpulo, la planta que aporta amargor y aroma a la cerveza. Pablo Querol, jefe de prensa y marketing de Quilmes, viajó junto a Luis Dimotta, maestro cervecero jefe de Quilmes, y un equipo de referentes de la marca. Las actividades tuvieron lugar en la chacra de Mallín Ahogado que administra Marcelo Martínez.

Otto Bemberg, creador de la cerveza Quilmes en octubre de 1890, fue también el principal impulsor para el cultivo del lúpulo en la región del Paralelo 42. Su ingeniero agrónomo Leopoldo Leskovar, plantó la variedad Spalt en 1956. Desde entonces, cada verano, la región produce más de 200 toneladas de flores de lúpulo, que se destinan a la cerveza elaborada en Argentina.

Martín Erkekdjian preparó exquisitos corderos al asador.

Dimotta explicó que en la actualidad la Quilmes Clásica se elabora con lúpulos Cascade, Nugget y Victoria, provenientes de la Patagonia, desde donde la empresa se provee del 12 por ciento del lúpulo que demanda. Reconoció que el auge de la cerveza artesanal motivó que su producción sea aggiornada con más lúpulo y un proceso que eliminó los conservantes. De esta manera se logró una birra más rica y más fresca al momento de tomar.

Asado y cerveza al pie de los lupulares, una experiencia única.

Luis lleva 26 años en la empresa y no oculta su pasión por la cerveza. Participó de la cosecha del lúpulo, que se realizó a pie, recolectando las flores con las manos, a semejanza de la cosecha de uvas. No se emplearon tractores y carros, como se usa en la cosecha real. Dimotta recordó el proceso de elaboración de la birra y que el lúpulo influye en la estabilización de la espuma de una cerveza. También dijo que la bebida tiene un alto valor nutritivo, aporta el 17 por ciento de fibra soluble en una dieta y también vitaminas y minerales.

El almuerzo tuvo lugar en un entorno único.

Uno de los momentos más recordados será el almuerzo al pie de los lupulares, literalmente en medio de la plantación. La mesa y sillas se colocaron entre dos hileras y las mozas tuvieron que servir las bandejas abriéndose paso entre los hilos del lúpulo. Los corderos y el asado preparado por la brigada que dirigió Martín Erkekdjian resulto fantástico, acompañado por ensaladas, verduras grilladas y cerveza.

Pablo Querol explicó las novedades de Quilmes a los asistentes.

En diálogo con los presentes Pablo Querol explicó que Quilmes, que forma parte del grupo ABInBev, procesa anualmente alrededor de 213.000 toneladas de cebada malteada y 130.000 toneladas de maíz para elaborar cervezas. En la cocción utiliza 218 toneladas de lúpulo cultivado en Patagonia y el resto es importado.

La reunión, amena e instructiva, permitió conocer en vivo como crece y se cosecha el ingrediente insignia de la cerveza, que junto al agua, maltas procesadas y levaduras permite cocinar la birra.

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