Patagonia cautivó a los barilochenses

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En su primera semana de apertura el brew pub de Cervecería Patagonia fue visitado por centenares de barilochenses quienes probaron su gastronomía y también las cervezas elaboradas en Llao Llao. Ambas lograron estar a la altura de las expectativas y todo indica que el lugar será punto de referencia en el mundo cervecero artesanal local.

La carta realmente es muy interesante y completa. Más allá del detalle de su tipografía (diminuta, lo cual pronto será subsanado) ofrece una variada propuesta de cervezas acompañadas por platos ad hoc. La mayoría tiene nombre propio, que propone sea memorizado por los habitués. Las cervezas y tragos ocupan la mitad de la carta y buscan con ello no ser solo un complemento de la gastronomía. “En todo menú se anuncia primero la comida” sostiene un viejo refrán de restaurante.

No obstante, al ser esta una nueva cervecería, detallaremos al inicio que se pude tomar. En primer término se destacan las cuatro cervezas tradicionales de Patagonia, que pueden adquirirse en la mayoría de los supermercados y tiendas especializadas en bebidas.

En el Circuito Chico se puede probar además la PIPA, inspirada en las IPAs norteamericanas, con buen amargor (42 IBU), gracias a los lúpulos Zeus, Victoria y Mapuche, todos de El Bolsón. Tiene muy buena espuma y sabor. Hay dos cervezas negras: Porter y Barley Wine. La primera tiene 35 IBU y un alcohol del 5.6%, se elaboró en base a la combinación de maltas tostadas y caramelo, con un proceso de maduración con roble americano, lo cual le da aromas avainillados y chocolate. La Barley Wine, una de las cervezas más alcohólicas (9.5%), se destaca por su color cobrizo profundo y muy buen sabor.

Hay cuatro variedades de estación (o cervezas de pizarrón) que son la Pine Pale Ale, rubia, saborizada con agujas de pino; la “Pumpkin”, que incluye calabazas caramelizadas; una Stout con coco y la Imperial Chocolate, otra Stout fuerte, bien alcohólica y amarga (8.5% y 50 IBU)

También tienen seis variedades de cervezas importadas (en porrón o lata) y la IPA de Gilbert, como cerveza invitada.

En la barra se pueden pedir cuarto tragos elaborados con cerveza. Todos muy buenos! Recomendamos el Viento Sur, con Patagonia Küne, licor de café, Bitter Angostura y Fernet. Hay tragos clásicos y whisky La Alazana. El happy hour de cerveza es de 17 a 20 y hay que reconocer que las birras se sirven a temperatura adecuada y en vasos premium, lo cual resalta aún más su sabor.

Para acompañar la birra hay propuestas de tablas de quesos, fiambres y ahumados, hamburguesas y sándwiches, ensaladas, principales y postres. La mayoría de los platos vienen maridados con alguna variedad de cerveza.

En las hamburguesas todo es casero y se sirven con papas horneadas. Otra opción al plato son los langostinos crocantes con crema de palta y las costillas de cordero con salsa de mostaza y miel. A la hora de los principales se puede elegir entre una bondiola braseada, estofado de ciervo, entraña, trucha, cazuela de cordero o pasta. También hay un menú para niños, en tres formatos.

La bondiola figura entre los platos más pedidos y se acompaña con puré de zanahoria y papas fritas. Fue denominada “crazy lúpulo” y proponen maridarla con la Barley Wine. La trucha al limón viene con espinacas y papines y puede acompañarse con la Pale Ale y el estofado de ciervo viene con polenta blanca y cerveza Porter.

El local abre de corrido a partir del mediodía, lo que permite ofrecer un “Menú de la Tarde”, en dos canastas, que inclusive pueden degustarse en el exterior, si el clima lo permite. La “Canasta Moreno” incluye pan horneado, queso crema y variedad de dulces, con dos pintas, y la “Canasta Cuyín Manzano” (nombre del cordón montañoso que se divisa hacia el horizonte del Este) dos bagels y pan estrella, queso crema y variedad de dulces, con dos pintas.

En materia de postres recomendamos “Sugar Mami”, ganache (crema de pastelería que se elabora con chocolate y nata) de cerveza Porter con helado de lúpulo con chocolate y también la “Tricota&Fly”, un triffle de banana con crema de dulce de leche y espuma de coco. Dos postres ideales para el invierno.

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