Tercer Festival de la Cosecha del Lúpulo

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Durante tres días las instalaciones de Lúpulos Patagónicos fueron sede de la tercera edición del “Festival de la Cosecha del Lúpulo” que organiza Matías Díaz. Un encuentro para tomar buena birra, compartir con amigos cerveceros y participar de la cosecha del lúpulo, en un marco de gran belleza.

La presente edición incluyó un concurso de cervezas Indian Pale Ale (IPA). También se pudo degustar los corderos al asador, un clásico en los festivales de la cosecha del lúpulo, disfrutar de buena gastronomía en los food truck, recorrer la exposición de productos cerveceros armada entre los lupulares, asistir a charlas sobre temas cerveceros y escuchar buena música con grupos regionales.

El sábado se prepararon 27 corderos al asador.

Las actividades se concentraron en un predio situado entre los lupulares, lo que permitió lograr una escenografía magnífica. El expendio de cervezas estuvo concentrado en dos beer truck, con abundante variedad y canillas, lo que evitó la dispersión. Asimismo, hubo varios stand de comida, lo que evitó las molestas colas de las dos primera ediciones. Algunos stand contaron con cocineros de lujo, como Masush, donde Richard Oyarzún preparó exquisitas paellas.

Hubo cervezas para todos los gustos.

Frente a los carros cerveceros y gastronómicos se ubicó la exposición de productores y comerciantes de insumos y equipos cerveceros. Se destacó el stand de Hand Craft, empresa metalúrgica de Bariloche, con la presencia de su socio gerente, José Luis Dalceggio. También recorrimos el stand de la metalúrgica Orpach, de Mar del Plata, donde sus titulares, los hermanos Sebastián y Marcelo Pacheco, asesoraron a los presentes. Alberto Zecchin, de Metalúrgica VZ, con sede en Marcos Juárez, Córdoba, volvió a decir presente y exhibió los molinos más utilizados en la cervecería artesanal. Crovan y Jerónimo Villarruel fueron otra de las empresas presentes.

El stand de Hand Craft fue uno de los más imponentes.

Con buen criterio, los organizadores, dispusieron de un predio exclusivo para juegos de niños y también se pudo realizar diferentes actividades recreativas en el lupular: paseos en caballo, recorridos en mountain bike y hasta una tirolesa sobre las plantaciones. Y no faltó el metegol. Ello permitió amenizar una jornada en familia.

Rochard Oyarzun preparando su paella.

La principal diferencia con las dos ediciones anteriores fue la ausencia de recitales en grandes escenarios. La idea fue priorizar el lúpulo y la cerveza, no la música. Para asistir a un recital se pudo ir a la Fiesta Nacional del Lúpulo. Los grupos musicales que actuaron fueron perfectos, acordes a la nueva imagen del festival.

Las cervecerías barilochenses Blest y Duham tuvieron un rol protagónico importante. La primera concurrió con todo su staff jerárquico, el beer truck donde los organizadores sirvieron cerveza y también se festejó el cumpleaños de Julio Migoya, fundador de la marca de cerveza más tradicional de Argentina. El jueves festejaron los 30 años de Blest con una gran fiesta en Bariloche y el fin de semana continuaron con los brindis junto a los lupulares.

Franco y Danilo Lapenna, junto a Julio Migoya en su cumpleaños.

Por su parte Duham compartió el están con los dueños de casa. Allí se pudo probar la “Patagonia Pale” elaborada con lúpulos Patagonia Red, una variedad exclusiva de la familia Leibrecht, plantada en Mallín Ahogado.

Adrián Silva junto a Klaus Leibrecht y la cerveza Patagonia Red.

El concurso cervecero, para elegir la mejor IPA de Sudamérica, fue la gran novedad de esta tercera edición. Gordon Strong, prestigioso juez internacional BJCP presidió el jurado de 20 expertos que evaluaron las 120 cervezas presentadas.

Gordon Strong, prestigioso juez internacional, evaluó las cervezas y también asesoró a los cerveceros.

Gustavo Fantela (de Quilmes), Gabriel Furnari (Tigre) y Yuri Werefkin (SMAndes) explicaron que varias muestras se presentaron en latas, una modalidad nueva para los concursos en Argentina. Se establecieron 10 categorías por tipos de cerveza y entre las premiadas se entregaron otras tres medallas, que distiguieron las tres mejores IPAs del certamen.

Fantela, Furnari y Werefkin en un alto durante su labor como jueces cerveceros.

La cata de birras se llevó a cabo durante las dos primeras jornadas, en el galpón de peletizado, correctamente acondicionado para el trabajo de los jueces. Las cervezas se guardaron en varias heladeras comerciales lo que garantizó que todas estén bien conservadas.

De las 23 medallas entregadas (en varias categoríAs no se entregó el oro) 19 fueron para birras argentinas, 3 para Brasil y 1 para Perú. Entre las cervecerías regionales la única que recibió medallas fue Berlina. Obtuvo una medalla de plata por la Fiel IPA en la categoría American IPA y medalla de bronce su IPA Clásica en la categoría English IPA. Ambas cervezas también habían cosechado medallas en anteriores concursos nacionales e internacionales. La primera es aromática y con un amargor uniforme gracias a la técnica ‘First Wort Hopping’ donde se añade una parte de lúpulo directamente junto al mosto antes del hervor. Inspirada en ¨El Negro¨ perro fiel y compañero de nuestro maestro cervecero. Alcohol 6%, IBU: 93,5 y SRM: 4,6. Por su parte la IPA de la casa es floral y aromática. Predominan las maltas caramelizadas que le aportan su color rubí. El amargor es bien marcado por la cantidad de lúpulo que la compone. Alcohol 5%, IBU: 56 y SRM: 14.

Bruno Ferrari viajo en su moto y regresó con dos medallas a Bariloche.

Los oros fueron para Cervecería Darwin (English IPA), Santina (American IPA), Itzel Craft Beer (NEIPA), Bialystok (Doble IPA), Hormiga Negra (APA). El oro mayor fue para la Cervecería Darwin, de Buenos Aires, plata para Santina y bronce par Itzel.

La cosecha del lúpulo fue una de las actividades más importantes del festival.

A lo largo de todo el sábado los presentes pudieron participar en las diferentes tareas que hacen a la cosecha del lúpulo, viajar en el carro y cosechar las plantas, asistir a la separación de sus flores y ver como se realiza el trabajo de secado y prensado. La peletización, para lo cual Lúpulos Patagónicos tiene una planta muy importante, se realiza a partir del mes de abril de cada año.

El Festival del Lúpulo se reinventó… y promete volver a organizarse.

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