Vinos en lo alto

0

Con una construcción de avanzada, Bodega Familia Schroeder ofrece buenos vinos y excelente hospitalidad.

por Andrea Albertano

Visitar una bodega moderna y de vanguardia en el medio del desierto es una propuesta interesante para quienes viajen por Neuquén. En San Patricio del Chañar, a 53 kilómetros de la capital provincial, cada día se abren las puertas de un emprendimiento vitivinícola donde se conjuga modernidad, sustentabilidad, buenos vinos y una hospitalidad digna de mencionar.

Tal como nos cuenta Noelia, una de las guías del paseo, el edificio está enclavado en la barda, desde donde se puede ver las 140 hectáreas de viñedos, donde se destacan las 50 de Malbec y 30 de Pinot Noir, además de Cabernet Sauvignon, Merlot, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Torrontés. La disposición escalonada de los cultivos permite que la cosecha sea realizada de forma paulatina; la misma variedad puede ser cosechada en diferentes momentos del período de vendimia.

Miles de litros reposan en tanques, esperando el momento para ser embotellados.

San Patricio del Chañar es un terroir ideal para la vid. Tiene una muy baja incidencia de granizo y la gran amplitud térmica (20ºC) hacia el final del verano permite una madurez progresiva, generando uvas con una muy buena acidez natural. Además, las escasas precipitaciones y los constantes vientos ayudan a la salud de los viñedos.

Respecto al edificio hay que destacar un dato interesante: fue construido especialmente enclavado en la barda con cinco niveles. Se realizó de esa manera con el fin de aprovechar la fuerza de gravedad en el proceso de vinificación. No se usan bombas y eso permite disminuir los procesos oxidativos. Además, el techo tiene forma aerodinámica y está orientado hacia el sudoeste, donde vienen los vientos más fuertes. De este modo, el lugar donde se recibe la uva, tiene siempre sombra.

Los vinos elaborados en San Patricio del Chañar ya tienen renombre mundial.

De arriba hacia abajo, la bodega dispone de una zona de recepción, selección y despalillado de los racimos; un segundo nivel donde funciona la prensa neumática; en el tercer nivel, los tanques de fermentación; cuarto nivel, tanques de conserva y el quinto y último nivel la sala de barricas.

Familia Schroeder se especializa en la elaboración de Pinot Noir. A partir de 2015 la bodega incorporó un total de 8 tanques abiertos de 7.500 litros para la vinificación exclusiva de esta cepa. El reconocido consultor norteamericano Paul Hobbs, asesor enológico, recomendó armar dentro de la bodega un espacio único y especial para esta variedad, viendo desde un principio su potencial.

¿Por qué Saurus?

Durante las primeras excavaciones en 2002, para la construcción de la bodega, se encontraron restos fósiles de un dinosaurio herbívoro de 75 millones de años, al que  los investigadores llamaron Panamericansaurus Schroederi, en reconocimiento a la familia Schroeder. Dentro del edificio hay una cava en su honor que forma parte del recorrido.

Lo interesante del edificio es que tiene un sistema de escaleras y pasarelas diseñado especialmente para recibir visitas todo el año aún en épocas de cosecha.

Familia Schroeder cuenta con su propia fábrica de vino espumante, orientada al sistema Charmat que también se incluye en la visita. La elaboración de espumante ronda el millón de botellas anuales. Para las bases de espumante se utilizan cuatro variedades: Chardonnay, Pinot Noir, Torrontés Riojano, Malbec y, ocasionalmente, Sauvignon Blanc. En el caso del Pinot se vinifica como blanco y rosado. En general, se busca la combinación del Pinot Noir con la fruta explosiva del Chardonnay.

Ezequiel Gonzalez dirige el equipo que cocina en el restaurante de la bodega Saurus.

Cuando hay alguna añada extraordinaria, suelen elaborar algunas botellas de espumante blanco Brut Nature por método Champenoise, pero sólo una muy pequeña partida para ser disfrutada sólo en la bodega, en Saurus Restaurante.

El recorrido se completa con una degustación de sus variedades. Y una visita en el Saurus Restaurante dirigido  por el chef Ezequiel González, con una vista impactante a los viñedos.

Los postres también son exquisitos.

En la carta se puede optar por platos principales aunque también con un menú de pasos.

La consigna del chef es utilizar productos frescos y la creatividad lo que lo convierte en uno de los mejores restaurantes de la Patagonia. Está abierto todos los días de 12 a 15:00.

Datos de contacto

Para los interesados en visitar la bodega

Turismo: 0299 489 9600 turismo@familiaschroeder.com

Días de visita: Todos los días de 10:00 a 17:00 hs.

Restaurante: Días: Lunes a Domingo / Horario: de 12:00 a 15:30 hs. / Reservas: 0299-154091754

Eventos sociales y reuniones empresariales: Alicia Grimbert agrimbert@familiabodegaschroeder.com 0299 593 0187

Compartir