El Obrador: nuevo ciclo, nueva sede!

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Luminoso, amplio y con vista hacia el jardín y la avenida Belgrano. Así luce el nuevo local de El Obrador, la escuela de cocina de Bariloche. Mantiene el prolijo diseño y la tecnología que lo caracterizó en su local anterior y también un variado y atractivo menú de cursos y talleres, resultando una propuesta amena y hasta divertida.

«El lugar es fantástico, una cocina ideal para todo cocinero», resumió un consagrado chef presente en la inauguración. Emiliano Schobert y su esposa, Lucía De Biaggio, propietarios y creadores de El Obrador, se mostraron felices con su nueva escuela y recibieron unánimes felicitaciones de sus invitados. La nueva escuela está situada en el barrio Belgrano, en la calle homónima, al 180.

La apuesta comenzó en septiembre del 2007 y en poco tiempo obtuvo reconocimiento entre los profesionales y principiantes que vieron en la escuela de Arte Culirario El Obrador, una posibilidad de capacitación cercana. En poco tiempo estuvo en boca de todos los aficionados que buscaban entre los fuegos una salida laboral, conscientes de la creciente y exigente demanda.

Emiliano y Lucía supieron convencer de que prepararse para el mercado laboral hoy es más necesario que nunca, la demanda de públicos cada vez más exigentes, las nuevas tendencias, culturas culinarias que se abren paso al mundo, técnicas y tantas otras cuestiones que hacen en su conjunto que no baste con solo “un poco de experiencia”.

Ser cocinero es una profesión que ganó éxito mundial luego de muchos años de mala racha y desprestigio, y la continuidad de este merecido galardón solo se puede a través del traspaso de conocimientos de una generación a otra de cocineros, para luego profundizar aún más dependiendo de las posibilidades y experiencias de cada uno en materia de actualizaciones.

Cuando El Obrador abrió sus puertas, el objetivo fue claro, no otro que preparar, con el apoyo y conocimientos de grandes profesionales locales, a futuros cocineros. Por cinco años consecutivos tuvo como sede el local de Vicealmirante O´Connor esquina Diagonal Capraro, contando con el asesoramiento del reconocido chef Darío Gualtieri, por demás gran amigo de Schobert. Un subsuelo transformado en una fantástica aula cocina, con todos los utensilios necesarios, hall de entrada, biblioteca y una pizarra de fondo que guarda sin duda el aprendizaje y debate de las primeras camadas de alumnos.

La carrera de cocinero profesional es la más demandada, no obstante la de pastelero profesional gana aficionados. Así mismo se dictan talleres, cursos cortos y hasta clases degustación para aquellos que tienen como hobbie la cocina en casa. Y no olvidemos las opciones para niños y adolescentes “cocineritos”.

Algunos de sus alumnos obtuvieron premios en torneos de cocina e incluso lograron practicar la profesión en cocinas exigentes en otros lugares del país y en el exterior.

Todo nació en aquel subsuelo, de unos 90 metros cuadrados, donde las clases para cupo limitado de asistentes hicieron que El Obrador ganase su actual prestigio.

Este año, el ciclo lectivo en la institución comenzó merecidamente en su nueva sede, sobre calle Belgrano al 100, con excelente iluminación, rodeada de ventanales. La remodelación consiguió que todo se encuentre a la vista, incluso el sector de bacheo.

El salón en dos plantas suma más de 200 metros cuadrados, con oficinas en un primer piso y cocinas industriales ubicadas tipo islas, junto a mesadas bien amplias, distribuidas en planta baja.

Ollas, sartenes e innumerables utensilios se ubican a mano para los aprendices. Por su parte, el estante de especias es magnífico, hay de todo.

El evento tuvo excelente convocatoria, personalidades del ambiente gastronómico, hotelero, amigos y por supuesto profesores de la escuela brindaron por este importante avance que permitirá sin más, ampliar las chances de llegar a tiempo para reservar lugar.

Entre los invitados estuvo presente Paola Altieri, cocinera y propietaria de lo que, meses atrás, fue Belgrano Indoor en esas mismas instalaciones. Así mismo, festejaron junto a Emiliano y Lucía, Federico Domínguez Fontán y Mauro Trinarolli del hotel Llao Llao, Richard Oyarzun del restaurante del Club Náutico, Mariana Criado de Covita, Déesire Zwobada de Chez Philippe, Crístian Biondi Gerente del Hotel Villa Huinid y Rebeca Leal Díaz, excelente profesional que hasta hace poco se desempeñó como gerenta de Alimentos y Bebidas en ese mismo hotel.

En materia de vinos, no faltó la presencia de Anabella Alcuaz y Jorge Goriciano de la vinoteca Patagonia Vinos, y Jorge Priori representante de varias bodegas en la Patagonia. También se destacó la presencia de Apolo Murillo, representante de los lácteos de El Craikense.

Qué degustaron los presentes? Por supuesto exquisiteces, acompañadas de los nuevos vinos orgánicos diseñados por el sommelier local Nicolás Noceti, los cuales ya se encuentran a la venta bajo el nombre “Solo el amor salvará al mundo”. Para ellos habrá un apartado especial.

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