Cómo maridar el agua con las comidas y otras bebidas

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No es habitual que se realicen en Bariloche catas o degustaciones guiadas de aguas minerales, no obstante hubo oportunidad con los productos de la empresa local Alun-co y se aprendió en buena compañía de los vinos Trumpeter de bodega La Rural.

El restaurante Covita fue el ambiente ideal para el encuentro, precursor de la cocina sana y vegetariana, reunió a un grupo de aficionados que trenzaron los productos de sorbo en sorbo, guiados por el periodista Osvaldo Sánchez Salgado, especializado en gastronomía, quien explicó las funciones y bondades de las aguas para acompañar una buena comida. También se refirió a sus aspectos dáctiles, para saber cómo complementarlas a gusto, haciendo más placentero un almuerzo o cena.

Estas charlas permiten ampliar conocimientos a un público interesado en los aspectos culturales de la enología. En la reunión, Sánchez Salgado se explayó sobre la importancia del agua en las comidas, como complemento de los vinos. Recordó que más de la mitad del cuerpo humano está constituido por líquido y que a medida que se consume por las actividades hay que ir reponiéndola, con lo cual es necesario beber agua en cantidades suficientes, al menos 1 litro por día.

Durante el maridaje se sirvió un vino espumante, que no fue necesario acompañar con agua, pues es de por sí una bebida refrescante, que oxigena la boca y el paladar. Por su parte los vinos blancos (chardonnay, semillón, torrontés, viognier y otros) pueden ser acompañados por el agua mineral, sin gas. Los tintos y los vinos dulces y/o tardíos, van mejor con el agua gasificada. «Un trago de agua efervescente refresca la boca y también calma la sed», explicó.

El ingeniero Marcelo Ferrer, titular de Alun-co, detalló las particularidades de sus productos, forma de extracción y envasado, además se mantuvo a la orden de las preguntas.

Explicó que el manantial de donde emergen las aguas está ubicado en las afueras de Bariloche y a unos 400 metros de profundidad. Sus aguas minerales están en continuo movimiento, no se hace necesario el bombeo, sino que brotan naturalmente a unos 6 grados de temperatura, con minerales excelentes como el calcio y el magnesio. Son atermales, contrariamente, algunas empresas las extraen a 32 o más grados, denominándose aguas termales.

La empresa local envasa sus productos en botellas retornables de vidrio, de 500 cc. con y sin gas y, en bidones de policarbonato. Este último, es un material menos poroso que el plástico, evitándose así transmitir cualquier sabor ajeno. Los mismos son de 12 litros para los dispenser familiares o de 20 litros para los dispenser de agua fría y caliente. Ferrer recalcó que es un agua sin sodio ni tratamientos artificiales.

La deshidratación es uno de los inconvenientes más comunes cuando se ingieren bebidas extremadamente débiles, como aguas con muy bajos componentes minerales, como lo son las aguas corrientes o de grifo, que además de pasar por filtros agresivos, contienen el inconfundible sabor a cloro.

Los presentes pudieron conocer la nueva botella de agua mineral de la empresa local Alun-Co, sin gas, que en un envase vidriado de cuidada presentación será destinado a la exportación.

Ferrer dijo que se comercializará a partir de abril próximo. También se pudieron visualizar la línea «La Vuelta» de la bodega La Rural, cuyos vinos vienen en botellas con tapas a rosca y el espumante, con tapas similares a las botellas de cerveza. Los vinos con tapas a rosca son tanto tintos como blancos y el espumante es un extra brut natural.

La clase finalizó con un tardío Roble, de la línea San Felipe, un vino dulce natural, un ensamblaje de las variedades gewurztraminer, semillón y chardonay, cepas muy apreciadas por sus sabores y aromas a miel y membrillos.

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