Helados JAUJA, elegidos por especialistas

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El secreto dejo de ser secreto cuando el público descubrió que la exquisitez de sus sabores lleva la marca indiscutible de la excelente materia prima que se consigue en la región. Las frutas finas como frutillas, frambuesas, boysenberries, maqui, arándanos y calafate, leche orgánica de ordeñe, de vaca y de oveja, ambos de tambos patagónicos, licores de la zona y frutas secas entre otros ingredientes, son algunos de los productos que utiliza Jauja para elaborar sus reconocidos helados y chocolates artesanales. También se escogen sabores exóticos como el “fruto de la pasión” (maracuyá), mango, y hasta pétalos de flores, sin recurrir a los agregados artificiales, colorantes ni saborizantes.

Los periodistas especializados de la guía JOY, han galardonado los helados de dulce de leche de la empresa patagónica, situándolos en tercer lugar a nivel mundial. En la guía se aclara que el producto no es tan dulce como otros y tiene un marcado tenor graso.

Así mismo, fueron nombrados en el reconocido diario New York Time, en una nota publicada en septiembre, un gran prestigio. En la misma, se menciona a su Mousse del Piltri y, además de describir el sabor, se explica que es en homenaje al cerro Piltriquitrón ubicado en su querida localidad.

La empresa familiar comenzó en 1982, cuando Lucía y José Mazzini se mudaron a El Bolsón y escogieron iniciarse en el rubro de la gastronomía. Al principio se trató de una sandwichería y venta de helados «impulsivos». Pero al poco tiempo, «Lucy» y «Pepe» se dieron cuenta que la Patagonia, y en particular el valle en que habitaban (y en el que siguen viviendo), ofrecía una infinidad de delicias que no se veían reflejadas en la oferta gastronómica.

Así nacieron el restaurante con sus variados platos regionales y, por supuesto, la heladería artesanal donde fueron creándose, poco a poco, los sabores que hicieron que Helados Jauja se convierta en una «marca registrada» de El Bolsón y la Comarca Andina del Paralelo 42.

Hoy sus hijos, Camilo y Melchor, administran la empresa junto a sus esposas, Isabel y Carla. La fábrica y su principal local de ventas siguen en El Bolsón, pero ya tiene dos locales propios en Bariloche, uno en la capital bonaerense y otros dos puntos de venta de terceros, en el barrio Melipal y en Villa La Angostura.

A principios de octubre abrieron una sucursal sobre Mitre y Quagllia, una de las esquinas comerciales más cotizadas de la ciudad. Asimismo abastecen de helados a varios hoteles de primera categoría y algunos restaurantes.

Melchor reconoció que «la mudanza a la Mitre implicó un gran desafío», no solo por los altos costos del alquiler, si no por ser la calle donde están las principales chocolaterías de la ciudad. Cerraron un local que tenían en el Shopping Patagonia pero mantienen la confitería y venta de la calle Moreno. Dijo que siempre aspiraron a tener un local en el centro de Bariloche.

La filosofía de la empresa es priorizar calidad sobre cantidad, por ello los hermanos Mazzini elijen poner límite a sus elaboraciones. Camilo está a cargo de la producción y Melchor dirige la comercialización.

Desde el inicio Jauja se caracterizó por tener helados diferentes, con productos locales pero también exóticos. Así, por ejemplo, es posible probar un «amerisqueta», (helado de crema americana con dulce de mosqueta), «anarangibre» (ananá con naranja y jengibre caramelizado), el de cassis y chocolate o mouse de maracuyá con dulce de sauco.

También hacen repostería casera, que ofrecen en su local de la calle Moreno. “Todas las materias primas que utilizamos son de primera calidad. Si no conseguimos lo que buscamos, dejamos de hacer el sabor hasta poder reemplazar la materia prima”, explicó Melchor.

“El chocolate casero y artesanal de Helados Jauja se hace siguiendo los mismos fundamentos que han hecho de nuestros helados un producto reconocido tanto por el público como por los especialistas”, agregó el empresario.

Helados JAUJA, elegido por especialistas.
El secreto dejo de ser secreto cuando el público descubrió que la exquisitez de sus
sabores lleva la marca indiscutible de la excelente materia prima que se consigue en la
región. Las frutas finas como frutillas, frambuesas, boysenberries, maqui, arándanos y
calafate, leche orgánica de ordeñe, de vaca y de oveja, ambos de tambos patagónicos,
licores de la zona y frutas secas entre otros ingredientes, son algunos de los productos
que utiliza Jauja para elaborar sus reconocidos helados y chocolates artesanales.
También se escogen sabores exóticos como el “fruto de la pasión” (maracuyá), mango, y
hasta pétalos de flores, sin recurrir a los agregados artificiales, colorantes ni
saborizantes.
Los periodistas especializados de la guía JOY, han galardonado los helados de
dulce de leche de la empresa patagónica, situándolos en tercer lugar a nivel mundial. En
la guía se aclara que el producto no es tan dulce como otros y tiene un marcado tenor
graso.
También fueron nombrados en el reconocido diario New York Time, en una nota
publicada en septiembre, un gran prestigio. En la misma, se menciona a su Mousse del
Piltri y, además de describir el sabor, se explica que es en homenaje al cerro Piltriquitrón
ubicado en su querida localidad.
La empresa familiar comenzó en 1982, cuando Lucía y José Mazzini se mudaron a
El Bolsón y escogieron iniciarse en el rubro de la gastronomía. Al principio se trató de
una sandwichería y venta de helados «impulsivos». Pero al poco tiempo, «Lucy» y «Pepe»
se dieron cuenta que la Patagonia, y en particular el valle en que habitaban (y en el que
siguen viviendo), ofrecía una infinidad de delicias que no se veían reflejadas en la oferta
gastronómica.
Así nacieron el restaurante con sus variados platos regionales y, por supuesto, la
heladería artesanal donde fueron creándose, poco a poco, los sabores que hicieron que
Helados Jauja se convierta en una «marca registrada» de El Bolsón y la Comarca Andina
del Paralelo 42.
Hoy sus hijos, Camilo y Melchor, administran la empresa junto a sus esposas,
Isabel y Carla. La fábrica y su principal local de ventas siguen en El Bolsón, pero ya tiene
dos locales propios en Bariloche, uno en la capital bonaerense y otros dos puntos de
venta de terceros, en el barrio Melipal y en Villa La Angostura.
A principios de octubre abrieron una sucursal sobre Mitre y Quagllia, una de las
esquinas comerciales más cotizadas de la ciudad. Asimismo abastecen de helados a
varios hoteles de primera categoría y algunos restaurantes.
Melchor reconoció que «la mudanza a la Mitre implicó un gran desafío», no solo por
los altos costos del alquiler, si no por ser la calle donde están las principales
chocolaterías de la ciudad. Cerraron un local que tenían en el Shopping Patagonia pero
mantienen la confitería y venta de la calle Moreno. Dijo que siempre aspiraron a tener
un local en el centro de Bariloche.
La filosofía de la empresa es priorizar calidad sobre cantidad, por ello los hermanos
Mazzini elijen poner límite a sus elaboraciones. Camilo está a cargo de la producción y
Melchor dirige la comercialización.
Desde el inicio Jauja se caracterizó por tener helados diferentes, con productos
locales pero también exóticos. Así, por ejemplo, es posible probar un «amerisqueta»,
(helado de crema americana con dulce de mosqueta), «anarangibre» (ananá con naranja
y jengibre caramelizado), el de cassis y chocolate o mousse de maracuyá con dulce de
sauco.
También hacen repostería casera, que ofrecen en su local de la calle Moreno.
“Todas las materias primas que utilizamos son de primera calidad. Si no conseguimos lo
que buscamos, dejamos de hacer el sabor hasta poder reemplazar la materia prima”,
explicó Melchor.
“El chocolate casero y artesanal de Helados Jauja se hace siguiendo los mismos
fundamentos que han hecho de nuestros helados un producto reconocido tanto por el
público como por los especialistas”, agregó el empresario.

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