Una bodega que ha enfrentado con éxito el cambio climático

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A pesar de las altas temperaturas que se registraron en el Alto Valle de Rio Negro en el año 2009, la bodega Noemía presentó nuevamente ejemplares que recalcan el trabajo que realizan en sus viñedos.

El danés Hans Vinding Diers y su esposa, la condesa italiana Noemí Marone Cinzano, propietarios de la empresa, regresaron a la ciudad de Bariloche a presentar sus nuevos productos en las instalaciones de la vinoteca Patagonia Vinos ubicada sobre la calle San Martín.

Allí, Anabella y Jorge, propietarios del establecimiento, Nicolás Nocetti, sommelier asesor, reconocidos empresarios y restauranteurs de la ciudad degustaron las variedades pudiendo sacar excelentes conclusiones.

Durante el encuentro, Hans caracterizó al verano del 2009 como atípico. Recalcó que por las altas temperaturas que afrontaron los viñedos fue un año fuera de lo común. “Es la primera vez que a las bodegas del Alto Valle de Rio Negro se nos da una situación así, con temperaturas que llegaron a 35º en el mes de octubre del 2008 y continuaron hasta el mes de marzo del 2009 con un promedio 38º aproximadamente. Fueron casi 6 meses sin lluvias y con noches muy calurosas, la fruta maduraba desequilibradamente acelerándose su dulzor antes de tiempo”, explicó Vinding Diers.

“Debimos emprender las cosechas un mes antes de lo previsto. El 5 de febrero se procedió a levantar la fruta de los viñedos. El calor aceleró considerablemente el proceso de fotosíntesis en las plantas y ello fue lo que contribuyó a desequilibrar la maduración de la uvas”, continuó el danés, radicado en la Patagonia hace más de diez años.

Luego de las cosechas y la elaboración de los vinos, procedieron a guardarlo en barricas de roble francés de segundo uso,  para que continuaran allí, de forma más controlada, el proceso de fermentación.

“Fue muy positivo haber tomado la decisión de adelantar la cosecha, fue una decisión complicada ya que no tenemos antecedentes que nos indiquen como proceder  en un caso así”, agregó Hans.

La bodega realizo su primera cosecha en el año 2001 y los vinos de aquel entonces salieron por primera vez al mercado en el año 2003 para ser evaluado por expertos como un producto de excelente calidad. El 2008 fue un año que desveló el cambio climático que se está produciendo, haciendo uno de los momentos más difíciles para los bodegueros de esas regiones que ven endulzar sus uvas antes de tiempo, teniendo que tomar decisiones que podrían hacer temblar la calidad de sus productos.

El encuentro conto con la participación de más de veinte invitados, entre los que se encontraron representantes de los restaurantes Cassis, Il Gabbiano, i Latina, Butterfly, Inacayal, Tinto Bistró y la revista AIRE entre otros.

Se ponderaron las tres variedades degustadas. En primer lugar, se marido A Lisa malbec 2009 acompañado de variedad de quesos, panes saborizados, bocaditos de polenta con queso, tomates cherris y aceitunas. Un vino con aromas a frutos rojos, almacenado en barricas de roble francés de segundo uso durante 9 meses, ideal para todos los días.  En segundo lugar, se maridó J. Alberto, un ejemplar elaborado con vides que datan de los años 1955, un producto almacenado 9 meses en barricas nuevas de roble francés, barricas de un uso y piletas de cemento, para luego ser embotellados. La intensidad de sus aromas y sabores fueron acompañados con variedad de canapés. Finalmente Noemía cosecha 2008, una variedad 100% malbec, elaborada a partir de viñedos que datan de 1932. Solo se elaboran 3.000 botellas de este último ejemplar, las cuales proceden de las cosechas manuales de 1.5 hectáreas.

En las tres variedades presentadas predomina la aceptación de los malbec. Los viñedos se cultivan sin abonos químicos y los procesos son manuales. Ello solo es posible debido a la cantidad de producción de la bodega. En sus vinos A Lisa no podrían superar en producción a unas 60.000 botellas.

Hans Vinding Diers y su esposa, Noemí Marone Cinzano se han mostrado muy conformes con el resultado de sus productos. “Fue un año de aprendizaje, no obstante, consideramos que a pesar de los sobresaltos y las decisiones que hemos debido tomar, los productos de la bodega mantienen la aceptación y la calidad que los caracteriza”, finalizó la condesa.

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