Visión Gourmet en El Bolsón

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Las cervezas artesanales fabricadas con lúpulo de exportación y cebadas de alta calidad, la miel pura, las frutas finas de las chacras con las que se producen variedad de dulces, jugos y licores, criaderos de truchas y las huertas orgánicas son solo algunos de los atractivos gastronómicos que brinda la ciudad de El Bolsón, ubicada en el corazón de la Comarca Andina del Paralelo 42, a la cual también pertenecen Lago Puelo, El Hoyo y Epuyén, pueblos de grandes chacras productoras.

El Valle de El Bolsón se encuentra frente al cerro Piltriquitrón y para esta temporada invernal, las propuestas gastronómicas han crecido considerablemente, de la mano de hoteles, cabañas y hospedajes para los huéspedes visitantes.

La ciudad alberga más de 35 restaurantes, entre los que se encuentran algunos con larga trayectoria en la cordillera, como lo son Jauja, Il Rizzo, Arcimboldo y Las Brazas, entre los que también se recomiendan A Punto, Amancay, Opíparo, Acceso Norte, Parrilla Patagonia, Caserito, El Quincho de Danilo, La Parrilla de Carlitos, La Siciliana, Pasiones Argentinas, Pizza Uno y Tierra Nuestra.

La variada oferta gastronómica comienza con aperitivos: tablas de quesos y ahumados de salmón, trucha, ciervo y jabalí; pickles, hongos o liebre en escabeche, encurtidos y otros. Luego, los platos típicos regionales son las pastas caseras con salsas de crema de morillas (hongos silvestres) o un arrolladito de cordero patagónico sazonado con aromáticas de la zona; una trucha al roquefort, strudel de verduras o un delicioso plato de endivias gratinadas, sorrentinos rellenos con trucha ahumada con salsa de crema de nuez y otras exquisiteces que brinda la tierra y el conocimiento de sus destacados cocineros.

Para acompañar los platos, la oferta cervecera es excelente en su totalidad. Se puede degustar una oferta que supera la decena de marcas, entre ellas, la Piltri, El Pueblito, El Bolsón, Araucana, Camping Quem – Quem, Caball de Foc, Otto Tipp, Ilegales y Rupestre. A las clásicas cervezas rubias se suman las cervezas negras, ahumadas, rojas, con esencias y aquellas con sabores frutales, a partir del agregado de sabores de frutas finas como frambuesa, grosella y cassis, entre otros.

Para beber son también recomendables los deliciosos licores caseros y los jugos de frutas regionales de cereza, frambuesa, frutillas, casis y otros.

A la hora de los postres los protagonistas son los helados artesanales, entre los que se recomiendan los helados Jauja, Los Procopios, Saurios y Mitski Cocoa, con los sabores que van desde las cremas de calafate, casis, mosqueta, frambuesa, boysamberry y frutilla, al extravagante aporte de la leche de oveja incorporada como ingrediente regional. También se destacan los chocolates y las copas de frutas regionales frescas con crema o helado.

La mayoría de los productos utilizados en los restaurantes de El Bolsón son de la zona. Algunos de los establecimientos de Bariloche traen la mercadería de aquellos lugares de la Comarca, por la calidad y la frescura, sobre todo de los productos de huerta y las aromáticas.

Por otro lado, hay que destacar las producciones orgánicas, como los yogures, quesos, dulces y envasados de “Humus de la montaña”, una granja no muy alejada de la ciudad en la que se pueden adquirir los productos y realizar visitas guiadas. Numerosos productores en pequeña escala desarrollan una actividad de características artesanales, que apuntan a una producción orgánica y atenta al cuidado del ambiente.

Los derivados apícolas, como la jalea real o el propóleo, son también productos desarrollados en numerosos apiarios. Las mieles son especiales, exquisitas por la particularidad de las diferentes floraciones de las plantas autóctonas y cultivos de diversos frutales.

La comarca en sí es una comunidad agrícola-ganadera en donde los distintos poblados que la integran se hallan estrechamente ligados tanto en el aspecto económico como en la vida social y las actividades culturales. Su actividad principal es la fabricación de dulces, cerveza y artesanías, los cultivos orgánicos y el turismo.

En una zona ampliamente conocida por la fertilidad de sus tierras, que resultan ideales para cultivar frutas y verduras lozanas, la gastronomía de la zona utiliza ingredientes de los más selectos, ya que las especialidades propias de cada establecimiento incluyen productos regionales elaborados natural y artesanalmente.

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